Riada extraordinaria
Un buen amigo periodista repetía en los momentos difíciles: el agua siempre va al mar. Es una verdad incontestable. La cuestión es que el hombre se ha empeñado en dominar a la naturaleza o convivir de espaldas a ella. Y… Naturalmente El agua siempre va al mar.
Hoy se limpian menos o nada las orillas de los ríos, se construye demasiado cerca de zonas inundables; en presas y pantanos, los funcionarios se jubilaron sin nadie que los reemplazase. Esto en Aragón pues en la cercana Navarra el compromiso con el agua es otro.
El agua siempre va al mar y eso ocurre esta semana. La intensa lluvia y la nieve hace que estemos pendientes de los ríos. Estamos pensando que, en 2018, la riada puede ser histórica. Lo importante: controlar abriéndo las zonas inundables, cuidar las motas, evacuar si es necesario. Pero pasada el agua, sería conveniente sentarse y trabajar de verdad, mirando al Ebro y no de espaldas. Lo piden los agricultores desde hace décadas. La naturaleza sigue siendo sabia e incontrolable. Una gran maestra que nos pone en nuestro lugar. Que pequeños somos ante la fuerza de la verdad
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