"Malditos" que informaban

¿ Han observado con tiempo un cuadro impresionista?.

¿Han percibido cada golpe de pincel?.

¿Se han asombrado por su fuerza, seguridad y rigor al unirse todos ellos?.

Los pintores impresionistas fueron un revulsivo ante el académicismo instaurado en el siglo XVIII.

La Academia Francesa de Bellas Artes de aquella época, marcaba la línea a seguir y daba alas a los pintores que caminaban por el redil marcado. Los impresionistas quisieron contar en colores lo que sentían, lo que la ciudad, las personas, las calles "hablaban". Captar la esencia del instante, dibujar la opinión basada en hechos reales  era su objetivo. Así surgió un movimiento que en azul, rojo, amarillo, naranja, verde o violeta, fue un hallazgo y una evolución decisiva para el arte.

Como todo arte nuevo fueron conocidos como "Los rechazados". El término  "Impresionista" era utilizado por los críticos conservadores como peyorativo.

Manet, Renoir, Degas y en España Sorolla, siguieron esa tendencia.

Observar una calle de Montmartre trazada por un "rechazado" nos puede llevar a grandes reflexiones en la actualidad.



¿Cuantos impresionistas fuera del arte conocemos en nuestro ámbito más cercano? ¿Cuantos por usar la paleta y el pincel con trazo claro, limpio y seguro se ven rechazados en la empresa, en la política, ...? ¿Cuantos en un arte tan sano, por ejemplo como el deporte, hoy no pueden practicarlo porque el "academicismo " se lo niega?
El impresionismo supero a quienes, sentados en su sillón demasiado tiempo, no vieron que la luz se impondría al oscurantismo.

En esta mañana alguno se pregunta porque se les ha "rescindido" su derecho a componer informes o arbitrar partidos. ¿Será el academicismo malentendido el responsable?.

Monet decía: "sólo puedo dibujar lo que veo". Y añadía: "desde la aparición del impresionismo, los salones oficiales que solían ser de color marrón, se han convertido en azul, verde y rojo".

Ellos con su creencia conquistaron. Los "malditos" cuelgan de las paredes de los más prestigiosos museos y salas del mundo.

La luz y la verdad no se pueden ocultar demasiado tiempo.

Su eclosión está de nuevo en una calle de París o de cualquier ciudad del planeta.

Bienvenidos de nuevo a los que nunca perdieron la esperanza por el trazo firme.