Hacer lo que se pueda pero en beneficio de tus
vecinos, hacer lo que se pueda por mejorar no para destruir, es la esencia de
la religión bien entendida.
Y mejorar también es lo que desean y exigen
todos aquellos que ven como la justicia no es igual para todos. Buscan el
cumplimiento completo de las penas, buscan justicia.
En días donde escuchamos como unos no entran y otros
salen antes de lo debido, es obligatorio preguntar a quien espera juicio o a
las víctimas, si las leyes están hechas o se aplican para todos de la misma
manera.
Pequeños delitos que rápidamente se juzgan y penan, y
otros mayores en lista de espera o sin solución.
Hace un año una víctima del terrorismo, Mª Carmen
Teba, escribía una impactante carta a los jueces españoles.
Encabezada la misma con el título: Injusta Justicia.
“Siento rabia, indignación
e impotencia. Señores jueces y señores políticos, me permito recordarles que los
asesinos eligen serlo, eligen matar, sus víctimas no tienen opción, no pueden
elegir.
No entiendo que es la
justicia, ni en manos de quién está, pero me atrevo a asegurar que en este país
nos hemos vuelto locos. Nos da igual el partido que nos “represente”, al final
no encontramos el apoyo de ninguno de ellos. ¿Alguno d de ustedes sabe lo que
es la vergüenza?
Sólo nos queda tener FE en
que estos asesinos que ustedes ponen en la calle no vuelvan a matar, porque de
lo contrario ustedes serán tan culpables como ellos.” Estas eran las palabras al
finalizar la misiva. Hoy
desgraciadamente la carta continua siendo actual. Hoy al escuchar la voz de
esta mujer nos preguntamos, si los jueces y fiscales que se han dado tiempo
para decidir si sale o no de la cárcel a Picabea, han mirado a los ojos a los
que han perdido a su familia o amigos por una idea política o religiosa mal
entendida.
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