Si fuese nuestra madre: ¿el tratamiento de la noticia sería el mismo?
Si fuese nuestra madre: ¿el tratamiento de la noticia sería
el mismo?
¿Se es consciente del dolor añadido que supone para una
familia, ser portada de un informativo fruto de un suceso?
El comodín “tiene enfermedad mental y no tomaba la
medicación” ¿es necesario?
Mantener el plano de las cámaras en la fachada de una vivienda…
¿ayuda a comprender la historia o mortifica más a una abuela, hermana o tía?
Parece que en los médicos de comunicación juguemos al “más difícil
todavía”. El titular diario, da la sensación, nos obliga a superar con creces al del día
anterior para ser los primeros, para subir la audiencia.
“Rellenar “el tiempo de emisión, polemizar u opinar sin
sustrato, es en algunos medios, la práctica diaria.
La sensibilidad que genera la cercanía a los hechos
acontecidos en Fuentes de Ebro, este pasado viernes, hace que esta reflexión
sea más personal y sentida.
¿En cuantas ocasiones los comunicadores nos ponemos en la
piel del otro? Cuando ofrecemos datos de los acontecimientos luctuosos que
relatamos en radio, tv o prensa no suele reflejarse si el "presunto” era
hipertenso o diabético. Pero, parece, reflejamos siempre su “salud mental”. ¿Porqué?
Los medios deben contar lo que sucede a su alrededor y también
volver a meditar aquello de: “no dejes que la realidad te estropee una buena
noticia”.
La rueda de la audiencia, de lo escabroso, de las tertulias
donde a nadie se escucha, del mal gusto…debe parar.
Si, algún día, el titular del suceso lleva el nombre de
nuestra familia… ¿nos gustaría que el plano de la cámara enfocase nuestra casa?
"Ante todo, respetaos a vosotros mismos", decía Pitágoras.
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