Vida hasta el final, Hospital San Juan de Dios

“No estimes el dinero más de lo que vale, porque es buen siervo y un mal amo”, afirmaba Alejandro Dumas. El autor de Los Tres Mosqueteros y el Conde de Montecristo daba en el clavo.

 ¿Qué fuerza poderosa engancha a profesionales de todos los sectores al vil metal?

A todos nos gusta tener una vida cómoda. También debería gustarnos la cultura del esfuerzo.

Levantarse cada día con la ilusión de realizar el mejor trabajo, debería ser la normalidad. La recompensa por supuesto siempre desde su correspondencia lógica. 

Estas semanas hablamos de dinero y dinero.  Partidas de euros públicos que se entregan ¿a quién? Millones de euros que vuelan en las apuestas de un deporte que huele a mafias lejanos que controlan a jóvenes y adultos. Adicciones que son la cara oculta de otro iceberg que hemos conocido este lunes. Además de ver la cara oscura de un deporte que controla el mundo, la preocupación debe estar en las consecuencias fatales para los que se dejan llevar por las apuestas.

Y en este embrollo nos hallamos cuando, de pronto, una gran ventana de luz nos reconcilia con el ser humano.

Hoy los protagonistas de una maravillosa historia se verán en Caixa Fórum Zaragoza. Ellos aman la vida. Vida hasta el final. Porque la vida  es vida hasta el final. 

Así lo contemplan profesionales y voluntarios en el hospital San Juan de Dios de Zaragoza. Están acompañados por un programa que, desde hace 10 años, abraza a las personas en cuidados paliativos. Al enfermo y a su familia en el momento final de la vida. 

Difícil y hermosa tarea la de médicos, psicólogos y voluntarios. Todos cada día dando ayuda emocional, profesional y espiritual. 

Un programa, de la Fundación La Caixa, que hoy premia a estos” pintores de magia y sonrisas”.

 Enhorabuena a todos aquellos que no se dejan llevar por la corriente y se levantan cada día con el afán de ser y estar.

Son un extraordinario ejemplo de respecto y amor a la vida.