Nuestra responsabilidad
Al iniciar el
camino la actitud ante el objetivo por alcanzar nos invade de optimismo.
Al pasar las
horas, el cuerpo va notando el primer cansancio. Hay dias en los que el sendero
se torna mas duro, parece que el repecho no nos dejará llegar a la meta.
Los
peregrinos saben que hay “algo” que supera al cansancio, al dolor de las ampollas,
a la falta de fuerza… Hay una energía que relanza los pies.
¿Dónde nace
esa energía? ¿Dónde el combustible para continuar?
Santa Teresa
hablaba del poder del amor, de la sonrisa de los que te acompañan en la vida y
sobre todo del amor que uno mismo regala a los demás. Y ese es el elemento que aúpa
a los seres humanos en los momentos más duras.
Estos dias
de confinamiento son como un largo Camino a Santiago, Finisterre y Muxia.
Hallamos etapas llanas, empinadas, soledad, compañía, sentido del humor y
enfados, sin dejar de caminar.
En esta situación
excepcional tenemos por delante tres semanas mas para conocernos, ser
generosos, reír, llorar, acompañar y que nos acompañen.
Buscar, tal
vez, el compromiso con los que están luchando contra el covid19 en primera línea
será un revulsivo.
Tambien,
ahora que tenemos tiempo, realizar un sencillo ejercicio nos ayudará a no dejar
en el olvido a todos aquellos que están sufriendo esta crisis sanitaria en
primera persona.
Podemos
tomar un cuaderno y un lápiz e ir anotando todos aquellos detalles en positivo
y negativo de la gestión que el Gobierno de España está realizando en esta situación
excepcional. Podemos anotar cuanto tiempo se pierde en cada discurso en duplicar
“os-as” innecesariamente, en decir compatriotas en vez de españoles, en cuanto
se utiliza el presente o el futuro de los verbos… nos son detalles baladíes.
En estos
dias en los que hemos ralentizado nuestra vida no hay excusa para la reflexión
profunda. ¿Donde están las mascarillas? ¿la previsión ante el ejemplo de China o Italia? ¿las advertencias de la UE?
Los
ciudadanos tenemos la responsabilidad de quedarnos en casa, de apoyar a nuestro
sistema de salud, a los que se están jugando la vida por nosotros, de llevar
mas cariño que nunca a los mayores que han construido este país…
Una de
nuestros tributos también, por todos ellos, será el de dejar aflorar
el espíritu crítico. Nuestra obligación pasa por buscar la verdad de cada paso que se ha dado. Habrá que ir más alla
de la incoherente verdad que nos venden en ruedas de prensa con preguntas "cómodas", filtrando a médios "incómodos".
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